domingo, 24 de octubre de 2010

Ojos

Doscientos corazones, ciento noventa y nueve  sanos y un corazón completamente roto. Unos cuatrocientos ojos se detenian en frente de una mujer con alma aún de adolescente al no haber podido disfrutar por diversas circunstancias de ese perido vital para todas las personas. Miradas de pena y palabras de alivio hacia aquella mujer se sucedían sin cesar.
Pero ella estaba en shock, a pesar de no haber tomado ningun tipo de tranquilizante parecía que todo a su alrededor no tuviese sentido, estaba atontada, como en un sueño, cada vez que se enfrentaba a una nueva cara llorosa esta se desvanecía delante suya y desaparecía poco a poco sin dejar rastro. No podía distinguir la realidad. No sabía de su enfermedad, algo la estaba bloqueando, no podía asimilar todavía todo lo que le venía encima.
Los días pasaron y todo ese apoyo recibido por parte de la gente desapareció, se quedó completamente sola, sin tener a donde ir,  ni en quién apoyarse. Intentó no pasarlo mal pero era imposible no hacerlo, llego a pensar en muchas solucinones ante su estado, pero despedirse seria lo más fácil y ella no había sido educada para coger el camino más fácil. Se levantó una vez más, miro de frente a la vida y sonrió, era la hora de empezar una nueva etapa, se quitó la negatividad de encima y aún con dolor empezó a caminar y a labrar su propio futuro. Lo que venía era duro, pero la vida nunca es fácil, pero merece la pena.

1 comentario:

  1. hola, he encontrado tu blog por casualidad y me ha encantado tu escrito sobre los ojos
    saludos

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