lunes, 25 de octubre de 2010

Past.

Fue la única vez que estuvo enamorada. Lo conoció un día de verano, la primera impresión que tuvo de él fue la de un niño simpático, que siempre estaba de broma, pero para ella no era muy agraciado. Sin embargo, sin apenas darse cuenta algo pasó ese día, ella llegó a casa con una sonrisa y un buen recuerdo de la noche. Tardaría más de un mes en volver a coincidir con él, lo cual no le importaba demasiado porque solo era un niño que le había caído bien. Ese día se alegró de verlo, le dio los pertinentes dos besos de rigor y habló animadamente con él y con todo el mundo que estaba a su alrededor. 
Después del verano apareció el aparente monstruo debora-alumnos de 2º de bachiller, ninguna de sus amigas se atrevía a salir un viernes o un sábado hasta más tarde de las 3 de la mañana, fue entonces cuando empezó a juntarse a ese niño que tanta gracia le hacia, cuando sus amigas se iban para su casa ella se quedaba con ese niño y sus amigos hasta que su cuerpo aguantase. Incluso llegó a salir con el a solas porque sus amigos tampoco estaban, eses eran los mejores días.
Sin darse cuenta poco a poco le fue cogiendo cariño a ese niño, las conversaciones vía messenger se sucedían hasta altas horas de la madrugada, todos los días tenía que hablar con él, sino le faltaba algo, era su droga diaria. En los días malos era el único que le podía sacar una sonrisa de su cara. Y llegó el día en el que al final se dio cuenta de que era adicta y que no podría pasar un día más sin estar con el.
Quiso comenzar una historia con ese niño, pero este se negaba, él no sentía lo mismo y además él tenía una relación de seis meses con otra chica y no estaba dispuesto a dejarla. Empezó el verano y un día ella conoció a otro chico, le gustó y decidió pasar la noche con el. Al día siguiente todo cambió, como si de un cambio de chip se tratase ese niño se dio cuenta de que la necesitaba, ella se hizo la dura unos días pero finalmente accedió. 
Estaban en la época más feliz de su vida cuando todo dio otro giro, la distancia, la universidad y una nueva forma de ver la vida aparecieron, como un tsunami cuando devasta pueblos enteros con una fuerza descomunal, todo lo bueno se estaba acabando, ella pensaba ahora que no lo necesitaba a el, todo se había apagado, todo se había perdido. Quiso cortar todo de raíz pero se equivocó en las formas, en vez de zanjarlo quedo en un estado de stand by por el cual el sufrió más de la cuenta, no había sabido poner punto y final. Hasta hace poco ese estado era más que evidente, pero dos personas de raciocinio siempre llegan a una solución y supieron poner el punto y final que necesitaban. Ahora ella lo apoya a el y el a ella, de una relación surgió una gran amistad, nunca es tarde para rectificar y pedir perdón por los malos actos, porque lo atroz de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales, no le siguen dos puntos suspensivos. Y ahora habían alcanzado ese armonioso punto y final que les dejaba descansar.

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